Los Vengadores Oscuros de la Bahía

..Y todos esperan a Steph y sus negabandas para reconstruir la casa. Esperan al tipo sobre el que se construyó una dinastía y del que depende, no sólo su futuro, sino también, visto lo visto, su presente.  

Norman Osborn, alias el Duende Verde, aprovechó los despojos que la Civil War dejó en el universo para afianzarse entre la élite y dominar la estrategia defensiva de su país. El más poderoso del planeta. Hizo proscritos a tipos de contrastada experiencia en la lucha contra el crimen y se rodeó de villanos de todo pelaje para crear los Vengadores Oscuros. Una suerte de súper equipo dispuesto a luchar…contra lo que a Orborn le viniese bien.

Golden State Warriors, esos Vengadores del basket que deleitaron al mundo con sus poderes de rapidez, certeza y vistosidad viven en las últimas semanas atrapados en su propia némesis. Desde la lesión de Stephen Curry y la caída de Draymond Green, mientras esperan la gloriosa llegada de Demarcus, han encadenado cuatro derrotas consecutivas. Nunca antes el equipo de Steve Kerr había tenido una dinámica similar.

El Oracle Arena vivió la pasada madrugada su particular debacle. Los otrora radiantes chicos de la Bahía rozaron el ridículo frente a uno de sus grandes rivales de los últimos años. Oklahoma pasó por la bahía de Oakland como un tornado que dejó a los Warriors en 95 puntos, a casi 30 de distancia. 95-123- Hasta se escucharon abucheos de una grada siempre fiel. Ni defensa. Obvio con sólo ver la anotación de los Thunder. Ni ataque. Sólo la inspiración individual de Durant y Thompson mantuvieron, poco eso sí, el empuje de los californianos.

Shoreder y Paul vieron sangre y se lanzaron a la zona Warrior como cohetes. 32 puntos el primero y 25+9+5 para el segundo. Ni siquiera hizo falta un espectacular Westbrook para aniquilar a los locales. Y eso que el base Thunder se fue al triple doble con 11+11+13.

¿Causas? Norman Osborn se ha infiltrado en los vestuarios del Oracle. Draymond Green está hasta la capa de KD. Y viceversa. Ni Durant ni nadie puede sustituir al espíritu de la Bahía. Nis sus 27 puntos de anoche. Ni su avinagrado carácter (¿qué le ha pasado a este tío?). 

..Y todos esperan a Steph y sus negabandas para reconstruir la casa. Esperan al tipo sobre el que se construyó una dinastía y del que depende, no sólo su futuro, sino también, visto lo visto, su presente.